lunes, 7 de marzo de 2011

EL SONIDO COMO HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN

La música y el sonido han sido usados desde los primeros tiempos como vías para sanar el cuerpo y transformar estados mentales y emocionales. Un clásico ejemplo de esto es  Pitagoras  matemático griego, que usaba la música para calmar y sanar a personas que sufrían crisis emocionales.
Los himnos nacionales contribuyen a generar sentimientos de patriotismo.
Los cantos de culturas antiguas ayudan a la meditación y a la reflexión.
Las canciones de cuna han ayudado a dormir a los niños a través de los tiempos.
La tecnología moderna nos ha dado sonidos y frecuencias específicas que, por ejemplo, ayudan en el tratamiento de las drogadicciones, activando la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro.
Tanto si este uso ha sido consciente como inconsciente, antiguo o moderno, la música y el sonido han tenido y continúan teniendo una gran influencia en nuestro bienestar físico y emocional, como si pudieran tocar las emociones directa y profundamente, activando las propiedades resonantes del cuerpo humano.
 
Una de las primeras referencias escritas que existe en Occidente sobre el uso de la música como terapia pertenece a un antiguo texto hebreo. En el Talmud se mencionan aparatos que producían gotas de agua que caían de forma continuada en un cuenco de metal, creando de esta forma un continuo murmullo monótono que ayudaba a las personas a dormir y a restablecerse. Posteriormente, la música se ha utilizado como un importante foco sanador o espiritual en las civilizaciones del este, pero siempre formando parte de hechizos o uniones con el cosmos.
En las culturas antiguas de China, India, Egipto y Grecia la música y el sonido se usaban directamente para la curación o como parte de rituales religiosos para invocar a los dioses o a las divinidades.
En el mundo occidental, con la caída del Imperio Romano el uso de la música para curar fue decayendo en pos de un uso lúdico.

Mientras en occidente el uso de la música como medio curativo o terapéutico iba desapareciendo, en las culturas indígenas de todo el mundo se continuaba utilizando. Su uso se extendía desde las Islas de San Blas en Panamá, hasta la India, África, Perú, México, el Caribe o América del Norte, manteniendo sus diferentes prácticas curativas a lo largo de los tiempos hasta la actualidad.
 
Durante los siglos XVIII y XIX se produjeron en occidente intentos individuales para establecer el uso curativo de la música. Sin embargo, no existió una conciencia global ni ningún movimiento en esta dirección hasta los años 70. Por ejemplo, Pío X, nombrado Papa en 1903, fomentó el uso del canto Gregoriano en la liturgia. La músicoterapia moderna adoptó en sus orígenes la música clásica occidental. Se descubrió que mucha de esta música, aún sin ser creada con propósitos terapéuticos, ayudaba a crear un mejor equilibrio hemisférico, calmando el sistema nervioso, promoviendo la estabilidad emocional, facilitando el aprendizaje y mejorando la orientación espacial.
La música romántica también fue utilizada en terapias de visualización creativa para conectar con momentos pasados, debido a que escucharla ayuda e evocar emociones.
Hacia 1970, con la popularidad que alcanzaron diversas técnicas occidentales de meditación como la Mediación Trascendental (MT), el interés por las antiguas músicas sanadoras empezó a crecer. En los años 90 el interés por las prácticas del sonido puro sanador también se incrementó.
Hoy en día es posible encontrar grabaciones,  escuchar conciertos interpretados por cuencos tibetanos , cuencos de cuarzo, gongs, antiguos instrumentos sanadores como el didgeridoo de los aborígenes australianos, canto armónico  y de diapasones.
La capacidad sanadora de la música y el sonido ha sido redescubierta y esta teniendo una expansión importante en el siglo 21.

Comparto con vosotros este debate al que fui invitada el pasado martes como terapeuta de Sonido para hablar del efecto terapeutico del sonido.Solo teneis que ir a este link abajo

Para todos La 2 - Debates La Musicoterapia - RTVE.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario